Alimentación sana

La alimentación es la ingestión de alimentos con la finalidad de obtener de ellos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para conservar la salud.
Para conseguir una alimentación sana, que cubra adecuadamente nuestras necesidades debemos combinar bien los alimentos. Es necesario ingerir los cuatro grupos de alimentos.
Los Aceites, Grasas y azucares. Están incluidos en el primer grupo de alimentos y pertenecen a él: las margarinas, mantequillas, aceites y dulces. Deben incluirse en la dieta lo mínimo posible pero deben estar presentes en ella.
Nos aportan los ácidos grasosos esenciales y además son vehículos para las vitaminas liposolubles que solo se disuelven en grasas.
Se aconseja que las grasas sean de origen vegetal y no animal. Los frutos secos proporcionan grasas vegetales.
Las carnes, pescados y derivados lácteos. Son alimentos ricos en proteínas y están incluidos en el segundo grupo, se incluyen todo tipo de carnes los huevos, los pescados, legumbres y frutos secos, así como los derivados lácteos, quesos, leche y yogur. Deben consumirse con moderación.
Nos proporcionan aminoácidos esenciales y son la fuente principal de proteínas aunque de origen animal.
Al tercer grupo pertenecen las frutas y verduras que se deben consumir en cada ingesta. Los vegetales son llamados hortalizas por que se cultivan en el huerto, de algunas se utilizan las hojas como la espinaca, de otras las raíces como la zanahoria, de otras los frutos como el tomate. En este grupo se incluyen las setas como los champiñones.
Si se consumen crudas conservan mejor sus propiedades nutritivas, las ensaladas nunca deben faltar en cada comida y deben ser derivadas. Son una fuente excelente de vitaminas y minerales.
Pan, arroz y pastas. A este cuarto grupo pertenecen el pan con todas sus variedades, las pastas, los cereales y el arroz. También se incluyen las patatas y las leguminosas, alubias, lentejas, garbanzos y soja que, además de aportar hidratos de carbono, proporcionan proteínas de origen vegetal con los aminoácidos esenciales.
Debemos cuidarnos de comer grasas ya que se acumula y además de formar depósitos adiposos en determinadas zonas, produce obesidad.
Una forma de cuidarnos es el agua que no está considerada como un alimento pero su inclusión en la dieta es imprescindible y en una cantidad importante, un mínimo de dos litros de agua al día, es lo que se aconseja.
Katya Campos